En estas fechas es usual que muchas páginas recomienden películas de terror. Clásicos eternos como El exorcista comparten entrada con obras modernas tipo la más reciente secuela-reinicio-remake de Halloween. Por suerte para mí (o desgracia, según se le mire) no suelo consumir demasiado cine de terror. Hay varias películas de miedo que disfruto muchísimo, pero no es un género que me atraiga particularmente; prefiero la ciencia ficción o el drama histórico.
Pese a lo anterior, me uniré a la costumbre de recomendar filmes a tono con la celebración, aunque centrándome en un subgénero del terror: Las películas de vampiros.
Drusilla y Spike, una gran pareja de vampiros. No pertenecen al cine sino a la TV, pero quería tenerlos en mi blog. |
En mis tiempos góticos más acentuados rendí culto a los vampiros. Por varios años fueron una auténtica obsesión para mí. Ahora sólo me gustan y en bastante menor grado que las computadoras y los robots. Al menos los vampiros modernos. Cada día son más una idealización de humanos abusivos que monstruos nacidos de la oscuridad del mundo.
Al principio la idea de usar al vampiro como metáfora sexual fue cautivante y se desarrolló muy bien en obras literarias y cinematográficas que se convirtieron en clásicos. Hoy eso ha sido llevado a un extremo tan ridículo que acabó conduciéndome al tedio. No quiero más películas de vampiros, a menos que rompan o sacudan el molde.
Entonces, acá hay diez películas de vampiros que todo fanático debiera ver. Algunas son imprescindibles y otras sólo me gustan. Están ordenadas cronológicamente.
Nosferatu (Nosferatu, eine symphonie des grauens, F.W. Murnau, 1922).
Nosferatu el vampiro (Nosferatu, phantom der nacht, werner Herzog, 1979).
Bonus:
Para otros artículos míos sobre los vampiros, ir a las siguientes entradas de mi blog literario:
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Este artículo forma parte del especial temático
¡Feliz Halloween 2022!
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