16/02/2024

Las 10 mejores películas de 1919

Siguiendo con las listas, retrocedo algunos años hasta 1919, cuando el cine ya había dejado atrás su etapa primitiva en la mayoría de los países clave para el desarrollo y difusión del séptimo arte. 
Aunque la Gran Guerra afectó considerablemente al cine europeo, ello no significó un retroceso o estancamiento de la cinematografía del Viejo Mundo: Alemania brilló en las pantallas pese a la derrota en el campo de batalla y Suecia, país neutral, inició un breve pero majestuoso período de grandeza fílmica. Estados Unidos pronto se pondría a la cabeza del mundo cinematográfico, más por ahora la balanza se equilibra y la extravagante comicidad de Ossi Oswalda es tan apreciada como el punzante dramatismo de Lillian Gish.

10) Hacia la luz 
Mod lyset, Holger Madsen, Dinamarca.

9) Opio
Opium, Robert Reinert, Alemania.

8) Historias tenebrosas
Unheimliche geschichten, Richard Oswald, Alemania.

7) La princesa de las ostras
Die austernprinzessin, Ernst Lubitsch, Alemania.

6) Wagon Tracks
Lambert Hillyer, Estados Unidos.

5) La muñeca
Die puppe, Ernst Lubitsch, Alemania.

4) Susie corazón leal
True heart Susie, D.W. Griffith, Estados Unidos.

3) Macho y hembra
Male and Female, Cecil B. DeMille, Estados Unidos.

2) Los lirios rotos
Broken Blossoms, D.W. Griffith, Estados Unidos.

1) El tesoro de Arne
Herr Arnes pengar, Mauritz Stiller, Suecia.


02/02/2024

Sólo dos buenos chicos del otro lado

Artículo publicado en la revista Photoplay en julio de 1927.


A algunos les gustan fríos.
Considere a Lars Hanson, quien le dio a Lillian Gish tal competencia por los honores en "La letra escarlata", que se le dio el protagónico sin reservas en la producción de John Robertson, "Capitán Salvación", que figura entre las seis mejores películas del mes, mientras que su actuación está entre los mejores del mes.
El señor Hanson proviene de la fría y distante Suecia, donde las noches son largas y el arte es serio. Es uno de esos nórdicos fuertes y silenciosos con cabello rubio y ojos como hielo azul. Un joven reflexivo y estudioso que ve en las películas, no explotación personal, sino algo delicado, algo noble, algo grande y nuevo para el artista. Como Varconi en un aspecto, Hanson pertenece a la flor y nata del elemento extranjero en Hollywood. No es un príncipe falso, un noble arrestado, sino un actor de renombre en su propio país, miembro del Teatro Real de Estocolmo.


Hanson es un gran trabajador, con años de lucha y experiencia en su haber. Un hombre discreto, orgulloso y tímido que se hundirá en un silencio glaciar en lugar de hablar de su éxito y de sus asuntos personales. Vino a Estados Unidos por su Gran Oportunidad y no va a  arruinarse a sí mismo. El ardiente sol de Hollywood lo ha iluminado durante más de un año, los fuegos del temperamento se han apoderado de él; pero Lars Hanson aún no se ha descongelado.
Su esposa es Karin Nolander, una distinguida y bella actriz sueca. Ella no aparecerá en la pantalla, no. Uno en la familia es suficiente. Pero estudian juntos, trabajan juntos y el mundo más alegre de Hollywood no los conoce. Sin embargo, les gusta Estados Unidos, sí. Y la razón es simple.
“Sus películas”, dice Hanson, “serán las mejores. Su gente tiene el aplomo y la confianza para hacer grandes filmes que triunfen".
Y el señor Hanson quiere participar en ese triunfo.