29/04/2022

Actores de cine alemán y sus perros

Ignoro si los perros que acompañan a estos actores y actrices del cine alemán eran sus mascotas o sólo adornos fotográficos, pero las imágenes son lindas y producen ternura.

Gustav Frohlich
Mi dulce y querido chico de Metrópolis con un perrito blanco de mirada somnolienta. Supongo que el animalito fue incluido para hacer parecer a Gustav el muchacho simpático e inocente de sus filmes. Pues para mí lo logró.  

Ossi Oswalda
La exuberante y traviesa reina de las comedias alemanas usando de montura a un paciente san bernardo. Ossi siempre supo como improvisar y sorprender.  

Brigitte Helm
Brigitte parece haber sido una gran aficionada a los perros de razas pequeñas. Tras su temprano retiro tuvo varios de ellos a lo largo de su vida.

Lil Dagover
Esta es una de mis fotografías predilectas de una de mis actrices silentes favoritas. Lil poseía una gran fotogenia, pero la foto misma está realizada de un modo que se siente muy artístico: Ella adelante envuelta en una piel blanca, y al fondo, contrastando, el perro negro, casi una silueta; ella mirando al espectador, el perro mirando a la distancia, ambos enmarcados por la ventana del automóvil. Precioso.

Fritz Schulz
¡Ese cachorro parece estar ladrándole al fotógrafo!

Truus van Aalten
Truus llegó al cine alemán cuando el silente ya se retiraba, aunque alcanzó a filmar alguna películas y hacerse tomar fotos promocionales como esta, donde la acompaña un lindo perrito de expresión resignada. 

Emil Jannings y Gussy Holl
En sus años en Hollywood el matrimonio compuesto por el fornido actor y la delgada cantante tuvo varias mascotas, incluyendo ese perrito negro que tan pequeño parece en los brazos de Emil. 

Pola Negri
En Hollywood la encantadora Pola tuvo varias mascotas, destacando este hermoso borzoi. 

Eva May
Los perros parecen haber sido lo único seguro en la corta vida de Eva. 

Louise Brooks
Sí, me dí cuenta que la primera imagen es un fotomontaje, pero está bonito y por eso lo incluí. El segundo es un verdadero encanto... Y sí, también soy consciente de que Louise no era alemana, pero es bien sabido en qué país filmó las dos películas que significaron su inmortalización. 

Liane Haid
Me encanta el vestuario real de Liane, muy alejado de los disfraces recargados que usó en sus películas junto a Conrad Veidt... Y sí, el perrito negro es un encanto de cuatro patas.

Fern Andra
Hay suficientes imágenes de Fern con perros como para dedicarle una entrada completa, pero quise incluir aquí al menos una. Este borzoi debió ser su mascota porque la acompaña en varias fotografías; el pequeño que está atrás es sólo un atrezzo. 

Conrad Veidt
Dejé a mi favorito para el final. Conrad Veidt fue un gran amante de los animales. ¿No luce adorable con ese perrito negro entre sus brazos? 


22/04/2022

Gloria a nosotros, muerte al enemigo (Yevgeni Bauer, 1914)

Esta es una pequeña película bélica rusa filmada a comienzos de la Gran Guerra. A diferencia del promedio de filmes de aquellos difíciles años, Gloria a nosotros, muerte al enemigo (Slava – nam  smert’ vagram) no es una exaltación de la guerra sino una muestra del sufrimiento y tristeza que causa a soldados y civiles. Su magnífica dirección y desarrollo de personajes la convierte en una de las primeras películas pacifistas de interés. 


Resumen: ALERTA DE SPOILER
En 1914 la joven aristócrata rusa Olga (Dora Tschitorina), conocida por su bondad, entabla amistad con un apuesto oficial del ejército (Ivan Mozzhukhin) que le es presentado por su hermano. La pareja se enamora y deciden casarse, pero la guerra estalla el mismo día que el oficial realiza la petición matrimonial. El novio, el padre y el hermano de Olga parten al frente de batalla. 


Sola, afligida y melancólica, Olga deambula por el bonito parque de su casa como una trágica diva de cine italiano cuestionando su inactividad mientras otras mujeres colaboran en la guerra como enfermeras. La muerte de su madre, que se oponía a su unión al cuerpo de enfermeras de la Cruz Roja, rompe el último lazo de Olga con su antigua vida despreocupada, y entra en servicio. 
El trabajo de curar y vendar a tantos heridos de guerra resulta superior a sus fuerzas y la extenuada Olga sufre pesadillas en las que camina entre los muertos y ve morir a su prometido. Al despertar descubre que parte de la pesadilla es real: Su novio ha sido llevado al hospital con una herida mortal. Reconoce a Olga y la abraza antes de morir. Es la mejor actuación de Mozzhukhin en toda la película.


Buscando una forma de vengar a su amado, Olga ofrece infiltrarse en las filas enemigas para obtener información sobre su avance, pero la oferta es recibida con burla y condescendencia por parte de los altos oficiales al mando. Entonces Olga decide actuar sin intermediarios. Logra entrar como enfermera en el hospital enemigo y llama la atención de un soldado al que debe cuidar. Por una de esas coincidencias que sólo se aceptan al cine muy antiguo, este mismo hombre es encomendado para llevar unos importantes documentos. Antes de partir explica su misión a Olga y le pide una cita. Más tarde la espera con los valiosos documentos asomando oportunamente entre los botones de su guerrera. Ella llega y él besa su mano y le suplica con vehemencia. 


No puedo evitar sentir un poco de lástima por este soldado. He visto demasiadas películas donde la primera reacción de un soldado enemigo ante una mujer es intentar violarla. Aquí el soldado es más real. En el hospital parece verdaderamente interesado en Olga y luego suplica sus favores antes de ponerse violento y tomarla por la cintura. Lo que sigue me dejó perpleja: La dulce Olga se transforma en alguien de temer cuando saca un enorme cuchillo que ocultaba entre sus ropas y lo clava completo en el corazón del soldado, que cae arrastrándola consigo. Ella extrae el cuchillo y al ver que el soldado sigue vivo lo estrangula con sus propias manos hasta desmayarlo. Esto es muy violento y realmente desagradable.
Olga obtiene los documentos y logra regresar con su bando, que la condecora por su acción.


Yevgeni Bauer es un cineasta ruso cuyas obras se han vuelto muy accesibles en los últimos años. El reconocimiento de su absoluta maestría y genialidad en la puesta en escena y el uso de la cámara está llevando a una reescritura de la historia del cine tal y como la conocemos. Por fin el cine ruso anterior a 1920, por años menospreciado frente a la maestría del soviético, está recibiendo la atención que merece y Bauer, quizás el mejor director de la Rusia zarista, ha entrado en la lista de los grandes directores del cine mudo.
En Gloria a nosotros, muerte al enemigo Bauer cuenta la historia a través de Olga. La miseria y el dolor de la guerra se ejemplifican en el sufrimiento que trae a la protagonista, empezando por la soledad. Esto se muestra de un modo bellísimo en la caminata de Olga por el parque de su casa, ahora vacío pero alguna vez sede de bailes, juegos y de su breve historia de amor. En esta parte de la película Olga viste un bonito vestido eduardiano que sirve como muestra de la moda rusa de 1914. La ropa del Imperio Ruso parece haber sido más cómoda y funcional que la de Estados Unidos.


La secuencia correspondiente al trabajo de Olga en el hospital muestra heridos y sangre, y la pesadilla, creada con sobreimpresiones, es oscura y triste, transmitiendo con acierto el mensaje de cuan dolorosas e insensatas son las guerras. Esto se remarca todavía más con la triste muerte del novio de Olga, hecho que la transforma de dulce y bondadosa a implacable ángel vengador. El acuchillamiento y la estrangulación del soldado enemigo son consecuencias de la pérdida de su novio, no un acto patriota. La escena de la muerte del novio y la del ataque al soldado son las más destacadas de la película por su brutalidad e impacto emocional. No se puede sino concluir que, efectivamente, "la guerra es la derrota de la civilización".
Dora Tschitorina gesticula casi un poco más de lo aceptable, pero este solía ser un problema común en los años de transición entre el cine primitivo y el cine mudo moderno. Además el personaje sufre grandes cambios, la mayoría dolorosos, que hacen comprensibles sus exageradas muestras de emoción. El gran Ivan Mozzhukhin está poco tiempo en pantalla pero sus apariciones no pasan desapercibidas. Su personaje comienza como el interés amoroso de Olga para acabar siendo la causa de su feroz resolución final. Ivan se ve muy guapo en las escenas de guerra y también cuando yace moribundo con la camisa abierta. Ambos actores forman una bonita pareja, destacando en sus paseos filmados con mucha delicadeza.
Una obra menor de un cineasta mayor que gana mucho con cada nueva revisión.


15/04/2022

6 películas para Semana Santa

Amo las viejas películas conocidas como ''cine bíblico''. Verlas en la TV durante la Semana Santa era para mí una parte imprescindible del ritual de esos días. En mi infancia y adolescencia vi las más famosas y otras menores: Quo vadis (1951), Los diez mandamientos (1956), Jesús de Nazareth (1977), El manto sagrado (1953), Sodoma y Gomorra (1962), José y sus hermanos (1961)... También vi muchas que sin ser adaptaciones bíblicas tenían como fondo el cristianismo (vidas de santos y sacerdotes). 
Lamentablemente desde hace algo más de una década la televisión pública de mi país ha dejado de exhibir esas películas. De hecho la única que todavía se exhibe es Jesús de Nazareth. Quien desee ver otra película bíblica debe comprarla, descargarla o unirse a algún canal virtual; sin importar la fecha, la TV sigue transmitiendo su horrenda programación habitual.
Supongo que este año los consumidores de cine silente verán Los diez mandamientos (1923), Ben-Hur (1925) y Rey de reyes (1927), mientras que los seguidores del cine sonoro verán Los diez mandamientos (1956), Ben-Hur (1959) y Rey de reyes (1961). Quiero proponer seis películas diferentes. Seis películas no bíblicas sino de temática religiosa. Una alternativa distinta para estos días. Lamento no haber dispuesto de tiempo para reseñar cada película, mas lo aseguro: No se arrepentirán de verlas. ¿Cuál más recomendarían?

Hacia la luz (Mod lyset, Holger-Madsen, 1919).

La pasión de Juana de Arco (La passion de Jeanne d'Arc,
Carl Theodor Dreyer, 1928).

Las llaves del reino (The keys of the kingdom
John M. Stahl, 1944).

La palabra (Ordet, Carl Theodor Dreyer, 1955).

Los comulgantes/Luz de invierno 
(Nattvardsgasterna, Ingmar Bergman, 1963).

Becket (Peter Grenville, 1964).


08/04/2022

El actor de antes

Hoy se conocen muchas cosas sobre la vida del cine. Antes los actores éramos figuras misteriosas. El público admiraba la sombra en nosotros, el ser más allá de lo humano; nos consideraba sacerdotes de una divinidad que se manifestaba en forma romántica. Por eso soportó nuestras largas escenas en la pantalla.

Mario Bonnard
  


01/04/2022

10 romances espaciales tras ''El viaje a la luna''

Protociencia ficción en el cine primitivo

Antes de que en 1926 Hugo Gernsback acuñara el término "ciencia ficción" poniéndolo en la portada de la revista Amazing Stories, las narraciones que hoy conocemos con ese nombre eran llamadas "romances científicos". Una de las variantes más populares de esta protociencia ficción fue el "romance interplanetario", un precursor de la space opera que narraba viajes fuera de la tierra y alucinantes historias sobre los habitantes del espacio. Siendo el cine primitivo un espectáculo popular, no es de extrañar entonces que su primera gran obra tratara sobre un viaje a la Luna.
Mágica antes que científica, El viaje a la Luna (1902) es una pequeña joya cuyo detallismo y variedad de decorados y accesorios impresiona incluso hoy. La nave espacial en forma de bala encajada en un ojo de la luna es una de las imágenes más famosas y reconocibles del cine. Fue con esta pequeña gran película que Georges Méliès sentó las bases de la protociencia ficción cinematográfica del resto de la década. El viaje espacial, a la Luna, Marte e incluso las estrellas, fue presentado en varias películas, algunas plagios o imitaciones de la obra de Méliès, otras su descendencia natural. 
Dado que en estas películas el viaje no se limita a los planetas y en ocasiones sólo se realiza mediante estudios con telescopios, nos encontramos ante una variante del romance interplanetario. Este subgénero cinematográfico de corta duración nunca recibió un nombre propio, así que me tomo la atribución de bautizarlo como "romance espacial".


La fantasía, magia, humor e inventiva de tales películas es fascinante. Todas comparten una visión fantástica de los viajes espaciales, pero en especial de los habitantes del cosmos. Los astros y cuerpos celestes se presentan como antropomórficos: Las estrellas son mujeres atractivas vestidas de forma atrevida, la luna llena es un sonriente rostro masculino y la media luna es una mujer hermosa recostada entre los cuernos del satélite. También se acortan las distancias: Los planetas están al alcance de la mano; los viajeros pasean por los anillos de Saturno y un humano y una marciana se comprometen por telégrafo. 
No son películas que puedan describirse con facilidad, hay que verlas, así que de más a menos, aquí hay 10 romances espaciales para alucinar con los componentes de la galaxia.
 

1) Un matrimonio interplanetario 
(Enrico Novelli, 1910, Italia).
Adorable comedia amorosa sobre un astrónomo que se enamora locamente de una mujer marciana, siendo correspondido con igual pasión. La pareja se comunica por un telégrafo cuyas ondas viajan por el espacio como una hermosa corriente de letras. El amor supera la distancia y los enamorados se reúnen en la Luna para casarse. 
La película cuenta con un hermoso, elegante y divertido diseño de producción. El de Marte, con hongos y una ciudad naif de cartón piedra, se repetiría durante muchos años en varias películas de serie B.



2) Viaje alrededor de una estrella 
(Voyage autour d’une étiole, Gaston Velle, 1906, Francia).
En esta sorprendente comedia un anciano astrónomo enamorado de las estrellas logra llegar hasta ellas usando como vehículo estelar una gigantesca pompa de jabón. La reina de las estrellas lo recibe en su palacio con forma de lucero y coquetea con él, pero la llegada del celoso marido interrumpe la diversión. El final es hilarante y oscuro a la vez, un probable guiño loco a los desenlaces de las novelas románticas.    
                       

   
3) Un viaje a Júpiter 
(Le voyage sur Jupiter, Segundo de Chomón, 1909, Francia).
Un rey obsesionado con la astronomía sueña que llega a Júpiter ascendiendo por una escalera de cuerda. Una vez allí sus planes de conquista son frustrados por el poderoso rey del planeta, quien le hace ver que para llegar al cielo se necesita algo más que una escalera larga. Al final el pobre astrónomo paga por el mal sueño del rey. 
El diseño y hermoso entintado acentúan con creces lo onírico e irreal de esta simpática historia.

 

4) El motorista 
(The '?' motorist, Walter R. Booth, 1906, Inglaterra). 
Disparatada comedia donde una pareja perseguida por la policía huye conduciendo su mágico automóvil hasta la Luna. El conductor circunda al paciente satélite, salta a los anillos de Saturno y cae de regreso a la Tierra, donde la persecución continúa. 
Más corta, sencilla y retorcida que las películas francesas, esta pequeña cinta británica también se distingue por usar el paisaje urbano real mezclado con otro fantástico. Posiblemente la primera y única comedia de persecuciones con elementos de ciencia ficción espacial.

  

5) Un viaje a Marte 
(A trip to Mars, Ashley Miller, 1910, Estados Unidos). 
Un científico descubre la gravedad inversa y la usa para elevarse hasta Marte. Allí encuentra unos curiosos árboles con cabezas humanas y por poco es devorado por un monstruoso marciano gigante que no desentonaría para nada en un filme de terror satánico. 
Extraña película del estudio de Edison posiblemente inspirada en Los primeros hombres en la luna de H.G. Wells.

    

6) Sueño en la Luna 
(Rêve á la luna, Gaston Velle y Ferdinand Zecca, 1905, Francia). 
Un borracho sin remedio delira con botellas de vino gigantes bailando a su alrededor y luego sueña que increpa duramente a la Luna al suponer que se burla de él. Una tormenta de viento lo arroja hacia el satélite y este lo traga y luego lo escupe de vuelta a la tierra. 
Curioso y divertido mensaje sobre los peligros de la embriaguez extrema.

    

7) Claro de luna español 
(Clair de Lune espagnol, Émile Cohl y Étienne Arnaud, 1909, Francia).
El español Pedro decide suicidarse arrojándose por la ventana pero es capturado por una "máquina voladora" y llevado a un balcón en el espacio. Allí ataca a la Luna hasta dejarla malherida, provocando la indignación de la reina de las estrellas, que lo lleva a juicio. Tras unas cuantas situaciones descabelladas Pedro es arrojado de vuelta a la Tierra. 
Insólita película codirigida por Émile Cohl, el padre de los dibujos animado, que mezcla imagen real con animación de un modo muy logrado.  

    

8) El sueño de un fumador de opio 
(Le rêve d’un femeur d’opium, Georges Méliès, 1908, Francia).
En un fumadero de opio, un adicto sueña que la Luna roba su jarra de cerveza. El hombre invita a la Luna a su casa con la intención de seducirla, pero ella se burla de él con su poder de cambiar de forma. 
Comedia ligera cuyo abrupto final arruina un poco la historia.

    

9) Un gran descubrimiento
(Une grande découverte, director desconocido, 1905, Francia). 
El nieto de un astrónomo decide jugarle una broma poniendo a su gato frente al telescopio que apunta hacia la luna. El maravillado astrónomo invita a unos colegas a ver al gato selenita, y entonces la broma se vuelve burla con el chico exhibiendo su larga lengua frente al telescopio. Descubierto, recibe su merecido por burlarse de tan importantes personajes. 
La imagen del gato y la luna se repite hasta hoy en múltiples formas.

    
   
10) Excursión a la Luna 
(Excursion dans la lune, Segundo de Chomón, 1908, Francia). 
Copia desvergonzada y algo cansina de la obra de Méliès, aunque consigue algunos momentos memorables: La Luna vomitando después de tragarse la nave; mejor trato a los selenitas, nada de matarlos a paraguazos y exhibirlos en desfiles; una princesa lunar que parte voluntariamente a la Tierra. Sin embargo es imperdonable que reemplazara a las encantadoras chicas en pantalón corto por un rígido ejército masculino.

 

Si bien no todos pueden disfrutar de un cine tan antiguo, recomiendo la revisión de estas películas al menos como curiosidad. Su duración oscila entre los tres y los trece minutos, así que no son un gran desafío para los reacios. 
El cine anterior a 1910 está fuera de mi línea de interés e incluso me cuesta un poco visualizar películas de antes de 1915, sin embargo disfruté viendo estas pequeñas obras primitivas por su inventiva, humor y toneladas de magia.