Al momento de morir, Rudolph Valentino se encontraba en la cima de
su éxito como galán exótico. El llamado Amante Latino tenía sólo 31 años y
estaba promocionando la que hoy es su película más popular, El hijo del
jeque, cuando una pleuritis grave en el pulmón izquierdo, derivada de una peritonitis,
acabó con su vida el 23 de agosto de 1926. De inmediato se organizó una campaña
publicitaria alrededor de su figura con el fin de extraer cuanta ganancia (en
dinero y propaganda) fuera posible del pesar de sus fanáticas. Pagada por los
estudios, la prensa hizo correr el rumor (todavía no disipado) de que hubo un
par de suicidios, y se dice que un estudio fotográfico vendió por cientos un
fotomontaje donde podía verse a Valentino subiendo al cielo. No pude encontrar
ninguna imagen que apoyara esa historia.
Pero fue la actriz Pola Negri quien hizo la mejor publicidad. Vestida completamente de luto -traje, abrigo y sombrero con velo negro- dio la actuación de su vida, con ataque de histeria y desmayo incluidos, asegurando en el velorio que Valentino y ella estaban comprometidos. Incluso se rumoreó que Negri habría contratado a los actores que pretendieron ser una guardia de honor fascista de Camisas Negras enviada por Benito Mussolini, aunque en realidad fueron contratados por la funeraria.
Pola Negri saliendo del velatorio de Valentino. |
Un supuesto facista rindiendo honor ante el féretro de Valentino. |
Todo
esto se comentó durante largo tiempo y consiguió que Valentino fuera mucho más rentable
para los propietarios de sus películas. Sin embargo, lo más recordado respecto a
su muerte no se relaciona con fanáticas histéricas buscando cámara, sino con la
misteriosa y muy silenciosa aparición de la llamada Dama de Negro, personaje
que más de 90 años después sigue leal a la memoria de su ídolo silente.
Todo comenzó en el primer aniversario de la muerte de Valentino. Entre las muchas admiradoras que acudieron aquel día a visitar la tumba del actor, destacó
una mujer vestida de luto y con la cara cubierta por un largo velo. La mujer,
que nunca se descubrió la cara, dejó una rosa roja como homenaje. La visita se
repitió en años posteriores, llamando la atención de la prensa que divulgó la historia
y comenzó a especular sobre la identidad de la mujer enlutada. De inmediato algunos
postularon a Pola Negri, que a fin de cuentas había asistido al velatorio con
un atuendo similar, mas para entonces la actriz había superado su aventura con
Valentino: Antes de cumplirse un año de la muerte del actor Negri se
casó con Serge Mdivani, un caza fortunas autoproclamado príncipe, y luego se
mudó a Alemania por largo tiempo.
Otros pensaron que la Dama podía ser la actriz
Jean Acker, primera esposa de Valentino, que acudía a su tumba arrepentida
de haberse negado a consumar el matrimonio. Esta teoría no tenía el menor
asidero. Acker se había casado con Valentino para acallar las habladurías sobre
su propia sexualidad, mas en la misma noche de bodas comprendió su error y
abandonó al enamorado galán dejándolo profundamente abatido.
Jean Acker. |
Jean Acker y Valentino. |
Incapaz de desvelar el misterio de la identidad de la Dama de Negro, la prensa se acostumbró a esperar sus visitas, que derivaron en un auténtico evento mediático. Varias mujeres aseguraron ser la Dama de Negro, sin embargo en 1947, harta del acoso de la prensa, la bailarina y violinista Ditra Flame (nacida Ditra Helena Mefford) se reveló como la Dama de Negro quitándose el velo ante las cámaras. Según Flame, a los 14 años sufrió una grave enfermedad y Valentino, amigo de su madre, la visitó en el hospital en varias ocasiones. En una de estas visitas le regaló una rosa roja y le dijo:
No vas a morir. Vivirás muchos años más. Pero una cosa es segura, si muero
antes que tú, por favor ven y quédate conmigo porque no quiero estar solo. Ven
y habla conmigo.
Aunque en su momento la melosa historia se tuvo por verdad, en
la actualidad se cree que el asunto inició como una campaña publicitaria ideada
por el agente de prensa Russel Birdwell y para la cual Flame, auténtica devota
de la figura de Valentino, se prestó con gusto.
La confesión de Ditra Flame no convenció a todos y en 1951 la prensa
postuló como la Dama de Negro a la ex bailarina Marion Kay Benda como colofón a
la noticia de su muerte. Benda había mantenido una breve relación con Valentino
y en el velatorio de este llegó a asegurar que se habían casado en 1925. Luego
agregó a la historia una hija común nacida en Europa que ella habría entregado
a una fundación de beneficencia. Nada de esto ha podido comprobarse jamás y la
inestabilidad emocional de Benda no hacen fácil confiar en su palabra. En
cuanto a que ella fuera la Dama de Negro, nadie sospechó tal cosa hasta que la
prensa lo mencionó en su obituario.
Marion Kay Benda. |
Ditra Flame siguió visitando la tumba de Valentino hasta el año 1954. Para entonces tenía muchas imitadoras y estas convirtieron el aniversario de la muerte del actor en un auténtico desfile o convención de Damas de Negro muy alejadas del espíritu silencioso y meditativo de la original.
Regresó en 1966 con
motivo del 40 aniversario de la muerte de Valentino, aunque con un vestido azul,
y luego continuó su retiro. Este se prolongo hasta 1977, cuando la disminución
de Damas de Negro permitió a Flame reanudar sus visitas, ahora prescindiendo
del atuendo de viuda. Siguió visitando la tumba hasta 1984, año en que murió en
su casa rodeada de material sobre Valentino. Su lápida dice: "Dama de Negro". Años
después los objetos personales de Flame, incluido el velo negro y sus diarios
de vida, fueron revisados por el curador de un museo. En los diarios se
descubrió a una mujer obsesionada con Valentino que dedicó la mayor parte de su
vida al culto de su ídolo.
Oficialmente no existe una sucesora de Ditra Flame como Dama de
Negro ya que esta nunca pretendió crear un personaje sino serlo. Sin embargo la
prensa, y en menor medida los seguidores de Valentino, convirtieron a la Dama
de Negro en un elemento inseparable de la figura del actor al insistir en
buscar una sucesora entre las Damas con mayor persistencia de visitas a la tumba.
La segunda Dama de Negro fue la española Estrellita del Regil, quien aseguraba haberse casado con Carlos
Gardel luego de compartir cámara con él en la película Tango bar (1935),
su único trabajo como actriz. Estrellita inició sus visitas a la tumba de
Valentino a comienzos de los 70 como homenaje a su madre, una fanática del actor,
y continuó yendo hasta 1993. Tuvo que detener sus visitas por una enfermedad
derivada de su avanzada edad.
Estrellita del Regil. |
La admiradora Vicki J. Callahan se convirtió en la tercera Dama de Negro oficial no oficial. Callahan lucía un atuendo negro más sofisticado que el de sus predecesoras, y prescindía del sombrero y el velo, sin embargo tal estilo personal no creó escuela y se ignora que fue de ella luego de sus visitas entre finales del siglo XX e inicios del XXI. Su página web sobre Valentino ya no está en funcionamiento, aunque algunas fotografías del actor donadas por ella todavía circulan por la Red.
Vicky J. Callahan. |
En la actualidad la Dama de Negro es la historiadora de cine Karie Bible, quien también es la única guía turística oficial del cementerio Hollywood Forever. Su amor por el viejo cine hollywoodense y la ropa negra en estilo clásico se unen a la perfección para convertirla en la más agradable Dama de Negro moderna.
Karie Bible. |
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