01/07/2022

La banda de Zapata (Urban Gad, 1914)

La siempre eficaz Asta Nielsen protagoniza esta divertida e insólita comedia de equivocaciones donde mientras filma una película sobre un grupo criminal conocido como la banda de Zapata (Zapatas bande), es confundida con el peligroso salteador de caminos. La historia incluye travestismo, robo de pollos, un enamoramiento inverosímil y persecuciones por los montes. 


Resumen: ALERTA DE SPOILER
La compañía cinematográfica danesa Nordland envía a un camarógrafo y varios actores a una pequeña ciudad del norte de Italia para filmar una película sobre la banda de Zapata, un peligroso grupo delictual que asola los alrededores. Asta Nielsen será la estrella interpretando al bandido Zapata. 
En Italia los miembros del equipo, que no hablan italiano, pagan a un traductor para conseguir actores locales que interpreten a las víctimas de la banda. Pero el traductor se embolsa el dinero y se marcha. 
Los actores y su camarógrafo abandonan la ciudad y en campo abierto mudan sus ropas por trajes de bandidos. El de Asta consiste en un enorme sombrero adornado con una larguísima pluma listada, y unos andrajos que dejan al descubierto una pierna nada masculina. Sus armas son un par de pistolas, unos cuchillos y un estoque. Luce realmente irresistible. 


La condesa Bellafiore y su hija Elena salen de paseo pese al temor que les infunden las noticias sobre los bandidos. La falsa banda de Zapata espera la llegada del carruaje que deben asaltar en cámara y toman por este al de la condesa. Lo detienen y obligan a descender a sus asustadas ocupantes. Asta defiende a Elena de uno de sus compañeros e incluso la besa, dejando encantada a la romántica y boba muchacha, que de inmediato se enamora del supuesto joven bandido. Asta permite que ambas mujeres se marchen. 
Huyendo por el descampo, los verdaderos bandidos encuentran las ropas de los actores y se visten con ellas para escapar. Al no encontrar sus ropas, los actores se dirigen al pueblo más cercano luciendo sus pintorescos atuendos. Alertados por la condesa, los aldeanos los expulsan a tiros. Incapaces de explicarse no tienen más opción que huir a los montes y pasar la noche a campo raso. Por la mañana Asta declara a sus compañeros que si desean comer no tienen más alternativa que convertirse en bandidos. Entran al pueblo antes que la gente despierte, y Asta roba unos pollos. 
Buscando más comida llegan a la mansión de la condesa, y Asta se introduce por una ventana que resulta ser del dormitorio de Elena. 


La novelesca jovencita se muestra contentísima de que el guapo bandido fuera por ella y comienza a toquetear a la asustada Asta. Con gestos y un italiano muy básico Asta logra explicar que necesita comida. Elena ni siquiera se cuestiona que su bandido local apenas pueda pronunciar un par de palabras en italiano. Trae una canasta con pan y otros alimentos, pero sólo los entregará si Asta la lleva consigo. No teniendo opción, Asta acepta y Elena se va con ella dejando a su madre una carta que escribió mucho antes, segura de que el supuesto Zapata iría a buscarla. 


Afuera, cansada de los toqueteos de Elena, Asta pide ayuda a uno de sus compañeros; este apunta a la joven con su revolver falso consiguiendo que salté a sus brazos, fascinada por su rudeza.
De regreso con el resto del equipo, Asta cambia de ropa con Elena para ir a pedir ayuda. Sólo al verla con ropa femenina Elena comprende su error. 
Mientras Asta intenta llegar a la ciudad para hablar con el cónsul danés, la policía persigue a los supuestos bandidos y logra atraparlos en los montes. Los policías tampoco se sorprenden de que los bandidos no hablen una palabra de italiano, y proceden al arresto. Por suerte Asta y el cónsul llegan al lugar y él explica lo sucedido. Elena se olvida de todas sus fantasías novelescas para reclamar su ropa. 


Después, ya adecuadamente vestidos, los actores abandonan Italia. Toda la ciudad acude a despedirlos a la estación, incluyendo la condesa y su ahora más sensata hija. La compañía no logró filmar una película pero adquirió nuevas experiencia.

Estamos ante un filme técnicamente primitivo; hay un exceso de planos generales y la actuación, excepto en Asta, es rígida y teatral, sin embargo la historia es divertida y su desarrollo está lleno de confusiones y momentos cómicos muy bien logrados. También muestra ideas interesante y originales. Hay una base de metacine y sensacionalismo: Asta interpreta a una actriz famosa que personifica a un peligroso bandido en circulación por la misma zona donde se intenta filmar la película. Lo insólito es que los lugareños y la policía son incapaces de diferenciar a Asta del auténtico Zapata aunque ella apenas puede hablar italiano. Los enredos provocados por la falta de comprensión de un idioma pueden sentirse extraños en una película silente, pero no fueron inusuales. Es posible que esto surgiera como una broma interna, ya que La banda de Zapata es una producción alemana filmada por daneses y alemanes en tierras italianas. Sí, los actores viajaron a filmar la película en Italia igual que hacen sus personajes. 
Asta es maravillosa como el falso Zapata. Nunca llega a parecer un hombre, pero su disfraz, con ese sombrero gigante, la pluma larguísima y el pantalón con una pierna desnuda, es tan lindo como risible. Uno de sus mejores momentos es cuando entra en una casa a robar pollos.


El enamoramiento de Elena da pie a algunos de los momentos más curiosos del filme. Su fiebre romántica debe ser bastante alta si realmente cree que Asta es un joven bandido italiano. Es obvio que se trata de una muchacha predispuesta a enamorarse de salteadores y bandoleros, personajes mostrados como héroes simpáticos en la literatura romántica. La facilidad con que salta de Asta a otro actor es pasmosa.  
La escena final con la gente despidiendo al equipo cinematográfico en la estación se ve casi real. No dudo que muchos acudieran a despedir a Asta u otra estrella en su paso por alguna pequeña ciudad. Ella no parece actuar esa escena, es completamente natural. 
Todo esto hace de La banda de Zapata una pequeña gran película de aventuras, confusiones, romance y cine. Imperdible para los admiradores de Asta y muy recomendable para quien desee ver una buena comedia de equivocaciones. 


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