"El próximo verano la tierra, fecundada por veinte mil cadáveres, estallará en millones de amapolas".
(Lord Thomas Macaulay, 1855, sobre el sitio de una batalla en Ypres, Bélgica, en 1693).
La Gran Guerra (hoy llamada Primera Guerra Mundial) fue el conflicto armado más grande experimentado por el mundo hasta entonces. Su impacto marcó el siglo XX en todos los aspectos: Desaparecieron cuatro imperios; el mapa de Europa se redibujó; la aristocracia perdió su preponderancia; las ideas políticas, sociales y filosóficas se reformularon...
El arte no se mantuvo ajeno. Se crearon canciones, poemas, novelas y películas sobre la Gran Guerra incluso mientras se desarrollaba. El poema más conocido fue compuesto en el frente de batalla por el médico John McCrae, miembro del Cuerpo expedicionario Canadiense.
Nacido en 1872 en Guelf, Canadá, John Alexander McCrae escribió poesía desde la adolescencia y a los 22 años comenzó a publicar en revistas y periódicos canadienses. Muchos de sus poemas estaban centrados en la muerte y la paz que le sigue.
Al comenzar la Gran Guerra McCrae se enroló voluntariamente en una unidad de combate del Cuerpo Expedicionario Canadiense (Canadá era entonces parte del Imperio Británico). Tenía 41 años y era médico titulado, pero siempre se consideró a sí mismo un soldado.
Participó en la segunda batalla de Ypres (22 de abril a 25 de mayo de 1915) en Flandes, Bélgica, dirigiendo un hospital de campaña. Esta batalla ha pasado a la historia como la primera en que se usaron con éxito los gases venenosos. Las fuerzas alemanas lanzaron cloro sobre el ejército canadiense matando a miles de soldados. Pese a todo, no lograron romper las posiciones aliadas. El 2 de mayo de 1915 el teniente Alexis Helmer, amigo y ex alumno de McCrae, murió en la batalla. Como oficial, McCrae se hizo cargo del servicio funeral y entonces observó como las amapolas silvestres crecían abundantemente en la deteriorada tierra de los campos de guerra y alrededor de las tumbas de los soldados muertos en Ypres. Se cree que ese mismo día empezó a escribir el poema, aunque no se sintió satisfecho de la composición hasta varios meses después.
El poema En los campos de Flandes apareció publicado por primera vez el 8 de diciembre de 1915 en la revista humorística Punch.
La sencillez y belleza del poema le hicieron muy popular y pronto destacó por sobre otros de la guerra. Se dice que llegó a ser el poema más conocido de su tiempo.
McCrae recibió incontables cartas y telegramas que celebraban y elogiaban En los campos de Flandes. El poema se tradujo a muchísimos idiomas y se publicó en todo el mundo como un homenaje al sacrificio de los soldados muertos en la Guerra. Nadie, militar o civil, pudo ignorarlo. Los soldados lo utilizaron para animarse a continuar la lucha como un deber para con sus camaradas muertos; los civiles, apartados de los campos de batalla, encontraron en él la explicación de la causa por la que sus parientes luchaban.
En junio de 1915 McCrae fue asignado al cuerpo médico y ascendido a teniente coronel, tomando el mando del Hospital General Canadiense número 3 en Boloña, Francia. Se mantuvo en el puesto hasta el 13 de enero de 1918, cuando fue nombrado Asesor Médico de los Ejércitos de la Corona Británica en Francia. Pero aquel mismo día fue diagnosticado con neunomía.
Los años de guerra habían minado el organismo de McCrae. La enfermedad se expandió y derivó en una meningitis que causó su muerte el 28 de enero de 1918 en el hospital militar de Wimereux, Francia. Fue enterrado con todos los honores militares en el cementerio comunal de la ciudad.
En 1918 la profesora y humanista estadounidense Moina Belle Michael (1869-1944) leyó el poema en una revista; la impactó tanto que decidió usar una amapola de seda roja como homenaje a los soldados muertos en la contienda. Repartió amapolas entre sus compañeros y en 1920 inició una campaña de venta de la flor para recaudar fondos de ayuda a los veteranos de guerra. Por su humanitaria iniciativa fue llamada "La dama de la amapola".
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| Moina Michael junto a una corona de amapolas. |
La maestra, conferenciante y humanista francesa Anna Guérin (1878-1961), inspirada por Michael, tuvo la idea de fabricar amapolas artificiales y venderlas para ayudar a las zonas de Francia devastadas por la conflagración. De gira en Estados Unidos, vendió millones de amapolas de seda elaboradas por mujeres francesas. Infatigable, viajó a Canadá e Inglaterra, países que por su influencia adoptaron la amapola roja como símbolo del recuerdo de las víctimas de la Gran Guerra. También se le llamó "la dama de la amapola".
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| Anna Guérin |
EL POEMA ORIGINAL:
In Flanders Fields
In the Flanders the poppies blow
Between the crosses, row on row,
That mark our place; and in the sky
The larks, still bravely singing, fly
Scarce heard amid the guns below.
We are the Dead. Short days ago
We lived, felt dawn, saw sunset glow,
Loved and were loved, and now we lie,
In Flanders fields.
Take up our quarrel with the foe:
To you from failing hands we throw
The torch; be yours to hold it high.
If ye break faith with us who die
We shall not sleep, though poppies grow
In Flanders fields.
EL POEMA EN ESPAÑOL:
En los campos de Flandes
En los campos de Flandes
crecen las amapolas.
Fila tras fila
entre las cruces que marcan nuestras tumbas.
Y en el cielo aún vuela y canta la valiente alondra,
su voz apagada por el fragor de los cañones.
Somos los muertos.
Hace pocos días vivíamos,
cantábamos auroras, veíamos el rojo del crepúsculo,
amábamos, éramos amados.
Ahora yacemos, en los campos de Flandes.
Contra el enemigo proseguid nuestra lucha.
Tomad la antorcha que os arrojan nuestras manos exangües.
Mantenedla bien en alto.
Si faltáis a la fe de nosotros los muertos,
jamás descansaremos,
aunque florezcan
en los campos de Flandes,
las amapolas.